jueves, 17 de septiembre de 2009


Un día puedes amanecer ver por la ventana y bendecir o maldecir lo que ves. Quizá el cielo este lleno de nubes que tapan la salida del sol, o quizá el sol este tan resplandeciente que cierres los ojos al mirarlo. Puedes despertar y sentirte bien contigo mismo, puedes alabarte y demostrar el autoestima tan alto que tienes, pero también puedes destruirte con una mirada al espejo y sentirte el monstruo mas infeliz de la tierra. Caminas miras a tu alrededor y ves lo mismo de siempre, el hogar donde duermes, comes, ríes, lloras, platicas, callas, escuchas música, fumas, etc.  Siempre lo mismo, la monotonía impuesta o puesta por nosotros, algo que se da sin que lo pensemos o queramos, simplemente ahí esta. La realidad de las cosas, el día a día con el que vivimos y ni siquiera logramos darnos cuenta.

Quizá vayas a la escuela veas a las mismas personas de siempre, te sientes en el mismo lugar, veas los mismos sitios mientras caminas hacia allí, compartas el almuerzo con tus amigos, sonrías finjidamente o saludes por compromiso. Quizá la ultima clase te aburra, y pienses cosas que nada tienen que ver con los números o las letras, o te vayas a un mundo lejano donde tu mente navega sin rumbo fijo, pero aún así sigues estando físicamente en la realidad.                                                  Sales de la escuela, vas cotorreando con los amigos, hablando de cosas sin sentido, te ríes por tonterías y te sientes "feliz". Después te despides de ellos, haces algunas veces planes, otras veces te vas confundida de por que no te invitaron a tal parte si tu sabes que ellos van a ir, pero al final te da igual. Al caminar te topas con gente que siempre rodea tu casa o camina por allí, entras saludas a tu papá o mamá según el que este primero a la vista, tiras la mochila donde caiga, comes hasta hartarte, ves t.v, haces lo que tienes que hacer, viene el transcurso de la tarde haces cosas que te gustan jugar basquetball, ver a tus amigos, dibujar, leer, dormir, escribir, tarea, etc.

Llega la noche, piensas que harás al día siguiente, que te dirán de nuevo tus amigos, que comerás, que hiciste mal este día, y como pedirle perdón a alguien a quien has herido. Te pones la pijama, te lavas los dientes, quizá antes de eso te bañes, pero después vas a tu cuarto vuelves a ver t.v, te aburre y la apagas, pones tus audífonos a todo volumen, y reflexionas un momento sobre tu vida, sobre la vida en general, o sobre como te gustaría que fuera esta vida, no llegas a ninguna conclusión,  entonces te desesperas porque el sueño no te llega y piensas de  nuevo en cosas absurdas o  aveces muy interesantes.

Tus ojos se van cerrando hasta perder el conocimiento y entonces entras en un mundo irreal, algo que tiene mucho que ver con la realidad, aunque en realidad solo sea un sueño y nada más. La noche transcurre, los grillos cantan, los pájaros duermen, los perros aullan, los gatos pelean, etc. Todo es un lío, pero tu D.U.E.R.M.E.S., en tu mundo irreal, soñando con mariposas, campos verdes, un sapo que se convierte en príncipe, monstruos que son buenos, ángeles que te hablan, imágenes que ya has vivido, momentos en los que quieres hacer algo, pero al tiempo de hacerlo el sueño se acaba y vuelves a la realidad.  ¡Oh! realidad, si de nuevo, los gallos ya cantaron, tu mamá ya toco la puerta de tu cuarto para ver si ya despertaste, prendes la luz medio dormida, aveces tropiezas con que hay en el piso por el desorden de tu cuarto, prendes la t.v, ves la hora en las noticias, lavas tus dientes y comienzas un nuevo no tan diferente día. Entonces un día te aburres de todo eso, sales de la monotonía y te das cuenta que vivir la realidad no siempre es malo, vivir es cuestión de ti y de como lo quieras hacer, vivir no es simplemente ver las cosas grandes que te dan los días, sino ver la estrella que se asoma primero en el oscuro cielo, o el sol que se mete a lo lejos de tu ventana, eso si es vivir, ver lo mas simple pero importante de las cosas.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Sábado 8


Soy Hada, este es mi nuevo blog al que espero ponerle mucha atención y no como al otro.

El título de mi blog, se refiere a una fecha muy importante en mi vida que jamás será olvidada... el sábado 8 de agosto de 2009, ese día la vida me puso un lección muy grande ya que me hizo conocer a la muerte. Les contaré acerca de eso...

Sábado 8 de agosto 2009.- Era el ultimo día de vacaciones pues nos regresaríamos por la tarde a mi pueblo, yo me sentía triste pues volver me hacía pensar en cosas que ya había olvidado. El mar me había enseñado a dejar ir cosas que creía que me pertenecían y me sentía mejor, mucho mejor, después de varios meses espantosos. Pero bueno eso no es el punto. Viajamos por 3 o 4 horas aún faltaba 1 más, cruzamos el tan conocido Espinazo del Diablo, y todo iba muy bien, hasta que... comenzó a llover, pero a llover de una forma incontrolable, parecía que el cielo estuviera enojado consigo mismo. El granizo comenzó a caer, la carretera se empezaba a colorear blanca y resbaladiza, eso fue lo que nos llevo al precipicio. Mi papá no pudo controlar la camioneta, solo alcancé a ver cuando su cabeza dijo NO, y después miré por la ventana, que estaba a punto de llevarse la señal que indicaba la curva, y los fantasmas que están alrededor de la carretera. Entonces pensé "Vamos a morir", en menos de 2 segundos la camioneta estaba boca abajo, despidiendo gasolina, yo me quejaba, mi hermana gritaba, no se que estaba pasando, no podía ver absolutamente nada era imposible, tenía las bocinas y el sillón en mi espalda mi cuerpo estaba como el de un caracol, creo que mi cabeza pudo tocar mis pies, pero aún así pude ver la ventanilla pequeñita de mi lado, entonces como pude saque mi mano, y con el puño quebré la ventana. Me puse de rodillas no se como, y salí, entonces después de mí, salió Bertha (mi amiga), mi papá y mi cuñado ya estaban fuera, y estaban sacando a mi mamá y mi hermana. Yo me tumbe en una piedra que estaba junto a un árbol en el cual me recargué, entonces comencé a llorar y temblar de frío de una forma incontrolable, estaba empapada, no sabía absolutamente nada de lo que estaba pasando, solo quería llorar. Empezaron a llegar camionetas de personas que con buena voluntad acudían ayudarnos, mi primo que iba adelante de nosotros en su camioneta se regresó y rápido nos ayudo a subirnos con él. Ahí fue cuando mi dolor comenzó, mi espalda parecía tener todos los huesos rotos, parece que alguien me escucho, pues la ambulancia llegó y me subieron a ella. Me acosté y vi el techo, la señora que me llevaba agarrada platicaba con mi mamá, después de un tiempo no escuche nada más y comencé a ver figuras en el techo de la ambulancia, primero la cara de satanás, después a la Virgen María, y por último una Hada pequeñita, quizá ya iba delirando pues mis ojos en ocasiones los sentía cerrados, mis lágrimas estaban sobre mis mejillas y mis latidos se hacía cada vez menos fuertes. Llegamos a un hospital ahí me bajaron solo a inyectarme y volvimos a emprender otro viaje a un poblado mas grande. En el siguiente hospital me preguntaban cosas como:

*¿Cómo te llamas?,*¿Cuántos años tienes? etc...

Me sacaron radiografías pero al parecer todo estaba bien, entonces me dieron ganas de hacer del baño, mi mamá me llevo y al salir me detuve para verme en el espejo, entonces me dí cuenta que mi aspecto era horrible, mi pelo lleno de gasolina, de lluvia, y tierra, mi cara enlodada y todo mi cuerpo mojado. 

Estuvimos varias horas ahí, esperando a mi papá. Llegaron y emprendimos de nuevo el viaje en la camioneta de un tío que fue por nosotros. 1 hora mas tarde estaba acostada en mi cama reflexionando todo lo sucedido, solo quería dormir, pero antes de eso rezar y darle las gracias a Dios por habernos permitido estar vivos. En verdad creí que iba a morir y que todos mis sueños y todo lo que pensaba hacer se había quedado pausado. 

Esa tarde vi la muerte y a la vez lo hermosa que es la vida y todo lo que debemos agradecer por el hecho de seguir en pie.

B.I.E.N.V.E.N.I.D.O.S A M.I B.L.O.G